En 1998, Yahoo era mi motor de búsqueda preferido.
En aquel entonces,
Internet recién empezaba.
Y yo, en aquel entonces, con apenas 24 años, estaba fascinado.
Yahoo era perfecto.
Y lo utilizaba todo el tiempo para hacer todas mis búsquedas.
Con el paso del tiempo,
comenzó a llenarse de anuncios y distracciones.
Hasta que un amigo, recuerdo que me comentó:
Tuviste la posibilidad de probar Google?
Y en ese momento lo probé,
y la calidad de los resultados me sorprendieron muchísimo.
Casi al instante, Yahoo dejó de ser relevante para mí.
Recuerdo que ya por el año 2002,
todo lo que hacía estaba basado en Google.
Pero en 2022 las cosas cambiaron.
20 años pasaron.
Y hoy, cuando ingreso a Google para hacer una búsqueda,
me siento como me sentía con Yahoo décadas atrás.
Los resultados de Google están insufribles.
Llenos de publicidad,
y muchas veces no tan relevante como las necesito.
Y ahora llegó ChatGPT.
Y llegó Perplexity.
Y llegó DeepSeek.
De la misma manera que tiempo atrás
me cambié de Yahoo a Google,
Ahora el 90% de todo lo que busco,
lo busco dentro de ChatGPT y Perplexity.
✅ Más rápido.
✅ Más centrado.
✅ Mucho menos molesto.
Un hábito de más de 20,
años que cambió casi de la noche a la mañana.
Esto me recuerda lo que les ha pasado a innumerables empresas antes:
📉 Blockbuster
📉 Kodak
📉 Nokia
Innovar o morir.
No importa cuán dominante pueda parecer una empresa,
la disrupción es inevitable,
a menos que piensen completamente diferente.
No solo dos o tres pasos por delante.
Sino un juego completamente nuevo.
Es uno de los momentos más emocionantes para ser un innovador, emprendedor o incluso un espectador.
Y uno de los peores momentos para ser complaciente.
Los próximos años serán fascinantes de ver.
Quién se adaptará?
Quién se volverá irrelevante?
Una cosa es segura: Todo cambiará.
1. Un Salto al Pasado: El Nacimiento de la Búsqueda en Internet
Corría el año 1998, y para muchos usuarios de la incipiente Internet, Yahoo representaba la puerta de entrada al mundo digital. En aquel momento, Yahoo ofrecía un directorio temático para encontrar todo tipo de sitios web, desde noticias hasta temas de entretenimiento. Para quienes navegábamos en ese entonces, era un servicio ágil, con resultados relevantes y muy emocionante de usar.
Para una persona de 24 años, sumergirse en Yahoo se sentía como descubrir tesoros ocultos: cada enlace conducía a un sitio web nuevo, lleno de posibilidades. Internet estaba lleno de promesas, y Yahoo parecía la forma ideal de encontrarlas.
Sin embargo, con el paso del tiempo, Yahoo empezó a llenarse de anuncios y distracciones. Las páginas se sobrecargaron de banners y contenido patrocinado, lo que ralentizaba la experiencia y hacía más difícil encontrar información de calidad con rapidez. Muchos usuarios comenzaron a cansarse de esto, y fue en ese momento que apareció un nuevo competidor: Google.
2. El Efecto “Wow”: De Yahoo a Google
Cuando Google irrumpió en el escenario, se presentaba como un motor de búsqueda minimalista y directo al grano. Su página principal mostraba un simple recuadro de búsqueda sobre un fondo blanco, sin distracciones ni excesos visuales. Pero no fue solo la estética lo que llamó la atención: los resultados de Google eran asombrosamente precisos y respondían de manera mucho más eficiente a las consultas de los usuarios.
Esta simplicidad permitió a Google posicionarse rápidamente como la nueva referencia en búsqueda en línea. Sus algoritmos, inicialmente basados en el famoso PageRank, ofrecían resultados de calidad que fascinaban a todo el mundo. Muchos dejaron Yahoo atrás casi de inmediato en favor de Google. Quien probaba Google, sentía esa sensación de “¿cómo viví sin esto antes?”.
De hecho, para el año 2002, la mayoría de las búsquedas en Internet ya pasaban por Google. Yahoo seguía existiendo, pero había perdido buena parte de su relevancia como motor de búsqueda y comenzó a buscar otros caminos para sobrevivir, enfocándose más en correo electrónico, mensajería instantánea y contenido propio.
3. El Dominio de Google: Dos Décadas de Hegemonía
La siguiente etapa en la historia de la búsqueda en Internet puede resumirse en dos décadas (entre 2002 y 2022) donde Google reinó sin competencia real. Esto se reflejó no solo en la popularidad del buscador, sino también en el crecimiento exponencial de la empresa, que amplió su portafolio con Gmail, YouTube, Google Maps, Android y muchos otros productos.
De una u otra manera, nuestra vida digital comenzó a girar en torno a Google. Necesitabas encontrar algo rápido? Google.
Quieres revisar tu correo? Gmail (probablemente después de haber dejado Hotmail en el camino).
Deseas ver videos? YouTube.
Buscas una dirección? Google Maps.
Durante este período, Google perfeccionó sus algoritmos e introdujo mecanismos de monetización basados en publicidad. Esto, por supuesto, le dio gran rentabilidad. Sin embargo, con el tiempo, esa publicidad se convirtió en uno de los pilares más visibles de la plataforma. Aun así, a pesar de la creciente cantidad de anuncios, los usuarios toleraban la publicidad a cambio de la relevancia y la rapidez en los resultados.
4. El Punto de Inflexión: Cuando Google Comienza a “Parecerse” a Yahoo
Hacia 2022, muchos usuarios empezaron a sentirse incómodos con la manera en que Google mostraba sus resultados de búsqueda. La publicidad se había vuelto más prominente, ocupando buena parte de la pantalla antes de llegar a los resultados orgánicos. Además, la relevancia de los resultados no siempre satisfacía lo que las personas necesitaban. Se sumaron experiencias frustrantes con sitios llenos de pop-ups, estrategias de SEO cuestionables y una competencia feroz entre anunciantes.
Para algunos, fue un “déjà vu” de lo que pasó con Yahoo en su momento: un servicio que comenzó siendo el rey indiscutido y que, gradualmente, se volvió pesado y poco amigable. ¿Te suena familiar la sensación de escribir una consulta y tener que esquivar anuncios y resultados irrelevantes hasta encontrar lo que realmente estás buscando? Ese sentimiento de insatisfacción encendió las alarmas para una generación que, en el pasado, había vivido la transición de Yahoo a Google.
5. La Nueva Generación de Búsquedas: ChatGPT, Perplexity y DeepSeek
Justo cuando la insatisfacción con los resultados de Google empezaba a hacerse notar, aparecieron nuevas herramientas basadas en inteligencia artificial: ChatGPT, Perplexity y DeepSeek, por mencionar algunas.
ChatGPT
- Es un modelo de lenguaje que funciona como un asistente virtual capaz de procesar y generar texto de manera sorprendentemente natural.
- Sus respuestas pueden ser muy precisas, creativas y personalizadas a la pregunta de cada usuario.
- En vez de ofrecer una lista de enlaces, ChatGPT busca la mejor respuesta directa a tu consulta.
Perplexity
- Combina principios de IA con fuentes de información diversas para ofrecer respuestas más estructuradas.
- A diferencia de los motores de búsqueda tradicionales, Perplexity pone el énfasis en la calidad antes que en la cantidad de resultados.
- A menudo, brinda explicaciones detalladas y contextuales en lugar de solo enlaces.
DeepSeek
- Es otra de las tecnologías emergentes que aprovechan algoritmos de IA de última generación.
- Su enfoque se centra en la profundidad de la respuesta, buscando cubrir la consulta en diferentes dimensiones para que el usuario entienda el “por qué” además del “qué”.
Todas estas innovaciones están transformando drásticamente la experiencia de búsqueda. La clave: un enfoque más conversacional, que pone la relevancia y la inmediatez por encima del bombardeo de anuncios publicitarios.
6. Un Salto Instantáneo: Del 100% en Google a Herramientas de IA
Lo más llamativo de esta transición es lo rápido que se puede dar. Para muchas personas, bastaron unos días o semanas de experimentar con ChatGPT o Perplexity para cambiar por completo un hábito arraigado por más de 20 años. Lo que antes era “buscar en Google” se convirtió casi de inmediato en “preguntarle a ChatGPT” o “consultar en Perplexity”.
Este cambio se siente muy parecido a aquella vez en que dejamos Yahoo para pasarnos a Google. Y deja en evidencia un fenómeno clave: la fidelidad del usuario a una plataforma puede ser frágil, si aparece algo que resuelve el problema de manera más eficiente y agradable.
7. Ejemplos de la Disrupción: Blockbuster, Kodak y Nokia
Este fenómeno no es exclusivo de los motores de búsqueda. A lo largo de la historia, muchas empresas han tenido que enfrentar disrupciones que ponían en jaque su liderazgo. Tres ejemplos clásicos lo ilustran a la perfección:
Blockbuster
- Fue la cadena de videoclubes más grande del mundo.
- Subestimó la llegada del streaming y no supo adaptarse cuando Netflix apostó por el alquiler en línea y el streaming bajo demanda.
- Resultado: Blockbuster desapareció y Netflix se convirtió en un gigante de los contenidos.
Kodak
- Por décadas, dominó la industria fotográfica con rollos y cámaras.
- Inventó la primera cámara digital, pero nunca apostó por ella, temiendo canibalizar su propio negocio de películas.
- Resultado: Las cámaras digitales (y, posteriormente, los smartphones) arrasaron con su mercado. Kodak perdió relevancia.
Nokia
- Fue líder mundial de teléfonos celulares.
- No reaccionó a tiempo a la disrupción de los smartphones (principalmente iPhone y dispositivos Android).
- Resultado: Nokia fue relegada y tuvo que reinventarse en otros ámbitos tecnológicos.
En todos estos casos, las compañías fueron líderes y tenían una posición dominante en el mercado. Sin embargo, fueron sorprendidas por una innovación o por un cambio en el comportamiento de los consumidores que no vieron venir o al que no dieron la importancia suficiente.
8. El Desafío: Innovar o Morir
La gran lección de la historia de Yahoo, Google, Blockbuster, Kodak y Nokia es clara: nadie está a salvo. El mundo se mueve con gran rapidez y la tecnología es un catalizador de cambios profundos y muchas veces impredecibles.
Ser “el más grande” no garantiza mantenerse en la cima si no existe una cultura de innovación y adaptación constante. Creer que el dominio de hoy durará para siempre es arriesgado. Tarde o temprano, llega una disrupción que cambia las reglas del juego.
Pensar Fuera de la Caja
Para evitar quedar rezagados, las empresas (y las personas) deben desarrollar una mentalidad abierta al cambio. Esto implica:
- Atender señales tempranas: No ignorar quejas de los usuarios o nuevas tendencias tecnológicas.
- Fomentar la experimentación: Probar ideas nuevas, incluso si a primera vista parecen descabelladas.
- Confiar en el talento interno: Dar espacio para que equipos multidisciplinarios propongan soluciones radicales.
- No aferrarse al éxito pasado: Entender que lo que funcionó ayer puede no funcionar hoy o mañana.
9. El Nuevo Juego: Más que Dos o Tres Pasos por Delante
La velocidad de la transformación actual requiere algo más que planear un par de pasos a futuro. Hace falta cambiar la mentalidad, repensar modelos de negocio e incluso anticipar lo que vendrá después de lo que todavía no llega.
La inteligencia artificial generativa, el aprendizaje automático (Machine Learning) y la computación en la nube son solo algunos de los impulsores de la próxima gran disrupción. Es fundamental que las empresas inviertan en investigar y desarrollar tecnologías que podrían volverse críticas en los siguientes años. Nadie quiere ser la próxima empresa de la lista que, como Blockbuster o Yahoo, quede en la memoria colectiva como un gigante caído.
10. Oportunidades para Emprendedores e Innovadores
Si bien la disrupción puede asustar, también abre oportunidades para quienes sepan aprovecharla. Emprendedores con ideas frescas y equipos ágiles pueden posicionarse rápidamente si logran detectar dónde hay espacios sin explotar o necesidades insatisfechas de los usuarios.
Soluciones Especializadas
- Herramientas de IA específicas para nichos de mercado concretos (por ejemplo, medicina, educación o manufactura).
- Plataformas de e-learning con un enfoque más interactivo e inmersivo.
Servicios B2B
- Aplicaciones que automaticen procesos tediosos, como la atención al cliente o la gestión de datos internos.
- Integraciones inteligentes que permitan a las empresas usar ChatGPT o Perplexity para potenciar sus propios productos.
Nuevas Formas de Monetización
- Modelos basados en suscripción, micropagos o criptoactivos.
- Servicios de asesoría a empresas que buscan implementar nuevas tecnologías.
La clave está en ver más allá de lo aparente y comprender que el mercado es dinámico. La agilidad y la capacidad de pivotar ante nuevas oportunidades pueden marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso.
11. Ser Espectador o Protagonista
En este momento, la tecnología avanza a un ritmo vertiginoso, ofreciendo a la vez entusiasmo y retos. Ser un mero espectador y confiar en que “alguien más se arriesgue” podría parecer cómodo, pero es peligroso. La historia nos demuestra que quienes observan demasiado tiempo se quedan atrás.
No se trata de lanzarse sin estrategia, sino de tener la valentía de probar, aprender, iterar y, si es necesario, equivocarse rápido y corregir el rumbo. Así, podremos aprovechar las ventajas de las próximas revoluciones tecnológicas sin quedarnos obsoletos.
12. Conclusión: El Futuro No Espera
La experiencia de pasar de Yahoo a Google hace más de 20 años se repite hoy en la transición que muchos están viviendo al adoptar ChatGPT, Perplexity o DeepSeek. En cuestión de semanas, un hábito de dos décadas puede esfumarse, evidenciando que la lealtad del consumidor es efímera cuando hay nuevas alternativas más simples, rápidas y menos molestas.
Las empresas y los profesionales deben entender que innovar o morir no es solo una frase de moda, sino una realidad ineludible. Bloquearse ante el cambio es el camino más rápido a la irrelevancia, como les sucedió a Blockbuster, Kodak y Nokia. Para quienes sí se atreven a explorar nuevos horizontes, cada disrupción se convierte en un trampolín.
Los próximos años serán apasionantes, llenos de oportunidades para quienes se arriesguen a pensar de forma diferente. El interrogante no es si habrá cambios, sino cuáles serán y quién estará listo para aprovecharlos. Recuerda: la historia ha dejado en claro que nada dura para siempre, y que solo quienes mantienen la mente abierta, la curiosidad despierta y la voluntad de asumir riesgos tendrán un rol destacado en el nuevo juego.
Juan Manuel Garrido
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