Las remesas de dinero tienen dos diferentes conceptos que están relacionados de forma estrecha. Por un lado, el término remesa se refiere al envío de dinero entre dos puntos geográficamente separados. Este envío se puede realizar por medio de una compañía especializada o por medio de un banco. Por otro lado, el concepto de remesa es una serie de órdenes dadas a una entidad financiera para ordenar la liquidación de cobros y pagos en varias operaciones de compraventa.
El concepto de remesa es aplicable a cualquier envío de dinero en el que el remitente se encuentre separado geográficamente del destinatario. Este concepto se aplica por lo general al dinero que es enviado por las personas que viven en el extranjero hacia sus familiares en los países de origen. Sin embargo, el concepto también se ha adaptado al mundo de los negocios, refiriéndose así a las órdenes que se dan a una entidad financiera para realizar la liquidación sistemática de sus deudas.
El término remesa se refiere al envío o recepción de un conjunto de cosas. En el caso de la contabilidad, alude a un documento bancario en el que se ordena a la entidad liquidar varias operaciones a sus diferentes clientes y proveedores.
Las remesas bancarias pueden tener una gran cantidad de tipos en dependencia de cual sea la operación financiera que ordenen, algunas de las más comunes son:
- Remesas de cobro: Son las órdenes dadas al banco (o a cualquier entidad financiera) por medio de las cuales puedes cobrar a varios proveedores, clientes u otras personas de forma simultánea.
- Remesas de Pago: Son las órdenes dadas al banco (o a cualquier otra entidad financiera) por medio de la cual se paga y liquida cualquier deuda con varios proveedores, clientes u otra entidad de forma simultánea.
El fin de las remesas es aglutinar en un documento, los cobros y pagos de diversas operaciones, para lograr sistematizarlas y así ahorrar costes de tiempo y gestiones que de manera individual serían peores.