Una quiebra es la situación económica en la que una organización, empresa o persona física se encuentra cuando es incapaz de hacer frente a sus deudas con los recursos disponibles  en ese momento, y debido a eso tiene que cesar sus actividades de forma permanente.

Cuando una persona, una empresa o una institución no pueden hacer frente a los pagos  que debe realizar, porque estos son superiores a sus recursos económicos disponibles, se dice que se encuentra en un estado de quiebra (otro término equivalente para esta situación es la bancarrota).

Dicho en palabras más sencillas: Cuando el patrimonio neto se encuentra en números negativos podemos asumir que una compañía se encuentra en bancarrota. Cuando esto sucede, la compañía dice que con el total de activos disponibles con los que cuentan en ese momento no pueden hacerse responsable de las deudas que comprometieron con los acreedores.

La situación de quiebra es muy distinta a la situación de suspensión de pagos. La suspensión de pagos se da en momentos en los cuales la empresa no tiene la liquidez necesaria para hacer frente a los pagos, pero en cuanto adquiere la liquidez suficiente puede hacerlos. Sin embargo, en el caso de la bancarrota, la compañía no puede hacer frente a los pagos de forma definitiva.

Las principales características con respecto a la bancarrota es que:

  • Se trata de una situación de insolvencia permanente.
  • La situación puede ser apreciada de forma objetiva a través de ciertos indicadores.
  • La situación de insolvencia en estos casos es tan grande, que se torna insalvable para el deudor.

Los efectos de declararse en quiebra varían de país a país. Mientras que en algunos no sucede absolutamente nada, más allá de tratar de solventar lo más  posible las deudas del deudor, en otros las sanciones pueden ir desde la cancelación de la figura jurídica hasta penas de cárcel. Es importante tomar en cuenta estas situaciones antes de tomar la decisión de declararse en bancarrota.

En caso de caer en bancarrota esto es lo que sucede con el deudor:

  • La administración de sus bienes pasan a un tercero.
  • Se inhiben los bienes para hacer frente a las deudas.

Hay dos formas principales de solventar esta situación:

  • Conseguir aumentar el capital, de modo que los activos igualen o superen a los pasivos.
  • Que los acreedores perdonen las deudas.

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