Las microempresas son una denominación especial para aquellas empresas que no superan una plantilla de más de 10 empleados. Además de ello en ciertos países es también un requisito que solamente tenga el activo económico equivalente a 500 salarios mínimos. Esta clasificación es utilizada generalmente por organismos gubernamentales para incentivar la economía de un país.

Cuando hablamos de una empresa la cual es administrada por sus propios dueños, cuando la mayoría de los trabajadores forman parte del núcleo familiar del dueño de la compañía, cuando tienen menos de 10 trabajadores y ellos con su propio esfuerzo son los que han logrado hacer el crecimiento de la compañía, estamos hablando de una microempresa.

La definición de una microempresa puede variar según la legislación de cada país. Sin embargo como norma general, una microempresa no puede tener activos que superen el millón de dólares y que  el número medio de empleados durante el ejercicio empresarial no sea superior a 10

Las microempresas se pueden clasificar dependiendo de  cuál de las siguientes actividades económicas realicen:

  • Microempresa Productiva: Se trata de aquella microempresa que se encarga del convertir materias primas en productos de consumo (Ej: Una zapatería, una sastrería.)
  • Microempresa de Servicios: Es aquella microempresa que satisface las necesidades de sus clientes con los conocimientos. (Ej: Una peluquería, un restaurante).
  • Microempresa comercial: Es aquella microempresa que se dedica a la compra-venta de productos (Ej: Una carnicería, un puesto de frutas).

Una de las principales cosas a tener en cuenta al momento de crear una empresa, es que existen incentivos para aquellas que entran dentro de la categoría de microempresa. Estos incentivos provienen tanto de la banca privada, como del gobierno. Estos beneficios igualmente pueden aumentarse (en dependencia de la legislación) si la persona responsable de la empresa entra dentro del perfil de “joven emprendedor”

/H6A pesar de que el término parece dar a entender que se trata de negocios de baja rentabilidad o que no son tan útiles, la realidad es que con el paso del tiempo, las microempresas pueden terminar convirtiéndose en grandes corporativos. Una de las principales ventajas con las que cuenta esta clase de empresas es la flexibilidad al momento de tomar decisiones empresariales. Lo cual les permite replantearse cuanto sea necesario sus objetivos como empresa.

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